La creación de imágenes permite abordar la realidad desde otras dimensiones diferentes y enriquecedoras al discurso verbal. Los procesos de creación en torno a la imagen implican el abordaje y puesta en juego de los propios sentimientos y emociones, de nuestra estructuración de la realidad, que se confronta en un espacio imaginario donde las fronteras se diluyen, un espacio de expresión más libre y rico.
Pero esa libertad de lo icónico, en la actualidad, está atrincherada por los masivos dictados de la moda y los discursos iconográficos de quienes ostentan el poder y sus voceros, los medios de comunicación.
La publicidad, que lo inunda todo, como un mal menor o un bien necesario, articula el discurso dominante de esta nuestra sociedad.
Desde el trabajo en el aula el alumno tiene la posibilidad de conocer la articulación del lenguaje audiovisual y empezar a manejar sus resortes expresivos para encontrarse a sí mismo y al mundo en sus creaciones. Y a la vez, pensar, desde los procesos de la imagen, en su posicionamiento en la sociedad que le toca vivir; en un ámbito cercano y local, en un ámbito general, social y mundial.
Dejar de ser espectadores pasivos y adoptar papeles más activos, comenzando a conocer los procesos actuales de la creación de imágenes es, seguramente, un principio que subyace a todo lo que hacemos en clase.